Corporaciones al poder

Manuel Castells plantea la importancia de los medios de comunicación como espacios donde se constituye el poder, como también el cambio del Estado nación al Estado red, en el que Internet pasa a ser un espacio en el que las practicas sociales se organizan, tanto a nivel local como global. Desde estas nociones planteadas, Castells le otorga un altísimo grado de independencia a Internet y reduce el poder que pueden ejercer las grande corporaciones de éste. Desde este punto me desprendo para preguntar ¿Es tan reducido el poder de las grandes corporaciones o es simplemente una ilusión ideológica?


Hace un tiempo el responsable del programa de periodismo de la Universidad de Columbia, David Klatell, auguró que las grandes corporaciones tecnológicas serán las dueñas de los medios de comunicación. El mismo Castells menciona que los medios de comunicación "son el espacio donde se construye el poder; por tanto, cualquier tipo de poder (...) tiene que pasar por el espacio de la comunicación para llegar a nuestras mentes". Si las predicción de Klatell son correctas, y tomando lo planteado por Castells, perfectamente las grandes corporaciones tecnológicas como Google, Apple u otras, se están incorporando a ser parte de un poder global en la ideología que incorporamos, ya que si nos damos cuenta, estas empresas ya son motores fundamentales para la economía, teniendo un fuerte poder en la materia.

Una serie de ciencia ficción canadiense, Continuum, da cuenta de esta posible búsqueda de poder que pueden ejercer las grandes corporaciones tecnológicas. La serie se enmarca en el año 2077, en el que el Estado ya no existe como institución, y son las grandes corporaciones las que ejercen su poder sobre el resto. Respecto al ejercicio del poder se ve claramente como gran parte de los ciudadanos están inmersos en la ideología impuesta, sin percibir el dominio como algo que viole su libertad. Básicamente el trabajo comunicacional que realizan las corporaciones, a través de medios de comunicación, se introdujo en la mente de las personas, como lo plantea Castells.

Otro punto que platea Castells y es interesante analizar en esta lógica, es cuando plantea que "en todos los sistemas políticos de este momento, lo más importante es la persona que representa el liderazgo de la opción política". Si imaginamos a Google como una persona, qué valores transmitiría. Libertad, innovación, emprendimiento, igualdad, protecciones de las personas, rectitud. Básicamente estos valores los transmite en actos comunicacionales como el informe de transparencia de Google, el sistema operativo libre que otorga para smartphone, la relación entre los empleados de la empresa, etcétera. Google ha creado una imagen, una imagen que traspasa valores y una posición política, como lo fue su posición contraría a la legislación de la ley SOPA, formandose, por tanto, Google un referente para los usuarios.

La promesa de Internet es la libertad que se ejerce en este espacio, pero en ese espacio también se han generado relaciones de poder, en el que las grandes corporaciones tecnologías tienen una cuota importante de poder. Probablemente Google sea más conocido que la mayoría de los políticos. Ese poder se ejerce de forma silenciosa, por ejemplo en los resultados de búsqueda que nos arroja Google, o los datos que Facebook maneja de nosotros, o un cierto posible monopolio respecto a la nueva forma de comunicación a través de Internet.