28 marzo 2013

Más medios de EEUU se suman al papel digital: ¿Los medios chilenos cuándo?

El auge del papel digital ha alcanzado a la mayoría de los grandes medios de comunicación del mundo, mientras en nuestro país aún se replica la forma y el contenido del diario impreso en el digital.

New York Magazine acaba de lanzar una nueva versión en  papel digital, diferente a su aplicación para móviles. Todo enmarcado en llevar el contenido papel a lo digital, aprovechando al máximo la posibilidades que otorga lo multimedia y la penetración de los dispositivos móviles y haciendo una distinción con respecto a su aplicación móvil.

En Latinoamérica, una de las revistas periodísticas más reconocidas que ha hecho un claro trabajo de diferenciar la experiencia de consumo entre la versión de papel impreso y el digital, es la revista Gato Pardo. Esto se logra aplicando recursos multimedia, como videos o animaciones y con una diagramación distinta que se adapta a la posición en la que visualizas la revista (horizontal o vertical).

Si nos situamos en Chile el trabajo de papel digital ha avanzado de forma lenta. Si bien, medios como El Mercurio y La Tercera tienen sus versiones, éstas no se diferencian en nada a la impresa, ni en contenido, ni en la forma de entregar la información.

El periodista, profesor y consultor en contenidos digitales, Juan Carlos Camus, dice que han habido algunos intentos de tener un papel digital con la utilización de recursos multimedia por parte de revista Capital y otras revistas más pequeñas, pero los grandes medios no han estado dispuesto a hacer la inversión.

"Veo complejo que un medio vaya a tener una aplicación como la de New Yorker o Gato Pardo, ya que lo normal es que se revise con lupa el tema de las inversiones en medios digitales que por ahora se ven poco rentables desde los medios locales", explica Camus.

Según su perspectiva el conocimiento y los profesionales que pueden producir este tipo de plataforma ya están, como también un público con tablets que consume este tipo de formato. El problema es la baja inversión que se está dispuesto a realizar en esta área de los medios de comunicación nacionales.

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